lunes, 23 de noviembre de 2015

tres hojas arrancadas



Ejercicio realizado para el curso de Creación Literaria. En este texto he querido reforzar el sentimiento con música para realzar la emoción que habita  en el personaje, propietaria de estas tres hojas de su diario. Podría decirse que es un diario musical.


Pinchando sobre las estrofas extraídas de las canciones os llevará a un vídeo en You Tube. Disfrutad de ellas, como lo hizo ella.



hoja uno
Hoy me desperté y mi cuerpo tiritaba y la manta no bastó para quitarme el frio susurrado de una profunda tristeza interior. Busqué en la radio una melodía que me calentará el alma. Que detuviera el tiempo. Que me aquietase, para infundirme en el ahora, y desnudar mi llanto para ponerlo en sintonía con la enlutada melancolía. 
La rueda del dial giró hasta encontrarla: Llorona, de Chavela Vargas.

El llanto brotó de mis ojos, atravesados por pequeños alfileres, del color de las nubes en arrebol sobre  las montañas, terciadas por los rayos del sol de la mañana, cubriendome toda y modulando un día hasta su ocaso, que presagiaba etéreo.
La música que todas necesitamos, en forma singular y propia, virtuosa y fecunda, ha salvado esta página al ritmo armónico que suena en mi recóndita oquedad.


hoja dos
Ayer estube sin fuerzas para seguir. Menos mal que he encontrado sus postales y con ellas he podido trazar un mapa para reencontrarme con su amor. Hoy mi hermana que ha querido invitarse a comer y después, juntas, hemos desempolvado mi guitarra, ha abierto las ventanas, porque así deben permanecer, me ha asegurado.


Una guitarra, una voz y su recuerdo para danzar… Aire fresco, mi querido diario, hoy me siento viva.


hoja tres
Esta mañana me arme de valor, le hice caso, y antes del alba, salí a buscar un paramo para desintegrarme con el infinito. Todo paso tan rapido que no me di cuenta de cómo caí en sus brazos. De cómo llegue a su cama antes de desayunar, de que las luces se apagasen, de no pensar en el imposible de extender el amor hacia el lado oscuro. A medio día, ya, la grieta de mi corazón dejó entrar la luz. Se detuvo el tiempo. Sus ojos, su cuerpo, su pene… un aire de extasis.



Necesito escribirtelo: “Seremos imperfectos porque la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los Dioses” (Galeano) Pero, Sin música, sin Amor y sin Sexo, la vida es un error.

domingo, 8 de noviembre de 2015

lenguaje apropiado


Todos los seres humanos somos conciencia y conocimiento, somos yo y somos todas, somos energía renovable e inagotable. Estas tres afirmaciones de lo que somos se determinaran por el lenguaje con el que nos comuniquemos con nosotras mismas y con lo de fuera.

La comunicación es una puerta de dos sentidos. Una puerta de salida de mí hacia mil relaciones, mil oportunidades, mil conocimientos, mil posibilidades y, también es puerta de regreso a mí profundidad, mi integridad y mi ser.

Con todo esto y conocedoras de que con el lado izquierdo del celebro controlamos la comprensión y con el derecho lo metafórico, poético, imaginativo, tierno, lo simbólico… Es con este lado derecho que me gusta estar presente para desde él hacer un viaje de compresión de mi lenguaje comunicativo. Para darme cuenta de que lenguaje utilizo yo y desde ahí es desde donde voy a poder superarme. Con una lucidez lúdica, Sentir, Pillar e Integrar lo que me venga bien.

domingo, 1 de noviembre de 2015

otro mundo posible

a orillas del rio Arlazón, Burgos
No te quedes a mirar la vida desde la barrera, aún ni cuando estes atada o anclada a un pasado o a un apego o una pareja... Como la protagonista de este corto relato (concebido en Creación Literaria) que soñando la vida llega el día en que su sonrisa no se corresponde con lo que acontece. 

!La vida no perdona su avance¡

Es por ello, que la invitación a caminar no podemos desdeñarla, hay otros caminos posibles, mil sendas por recorrer que nos llevaran a experienciarla en todos sus colores y matices para enriquecernos y alcanzar, aquí y ahora, todo la magnificencia que nos regala.

Cuando yo era…

La muerte le llegó en un momento totalmente imprevisto, inoportuno en “plena conquista” en lo personal y social, pero no era lo que más le importaba, lo que más sentía era la soledad, el desamparo, la vida que había vivido.

Se cuenta, desde el abatimiento más absoluto, el destino que le tocó vivir. Tres, dos, uno… Una fecha. Una hora. Una cuenta atrás que empezó con aleteos de mariposas, cuerdas invisibles de marionetas, saltos de cabra y abrazos de osos para acabar sujeta a un grillete mordiéndole el tobillo.

Eran pocos los que sabían, pocos, pero bien interesados canallescos personajes, que Lidia era reacia a todo lo que conllevase trance. Mujer de naturaleza seca y contundente, apostolada por su propósito de ser libre. Y un día, sin cuenta atrás, se descubre de cara con calles que brotan entre bastidores. Después de toda una vida de tormentos emocionales, tras una puerta de confusa sombra, soñando, como barro que espera ser moldeado, el sol caldea la atmósfera y a sus mejillas brota el carmesí contrastando con una gélida sonrisa.  


Y, no importa si en forma de sueño, ficción o no-verdad… siempre, en la idea de ir desatada, había otro mundo posible.

jueves, 22 de octubre de 2015

Jaula de Cristal

jugando con las palabras de la letra de la canción de Serrat "De Cartón Piedra"



visto en el Museo de la Evolución, Burgos
Mi nombre es Gloria y dicen de mí que, visto de tul con zapatos de falso charol que chispean al roce del sol. Que soy mujer de mirada lejana con una boquita menuda y granate que sonríe de cara al escaparte. Con corazón dividido, porque yo amaba a dos hombres, Esteban y Epifanio, y me desgranaba entre dudas y ecos con cada cita. Y, sin embargo, durante una hora, leía en sus labios lo limpia y bonita que siempre me veían. “Arregladita como pa' ir de boda” se decían. Esto hacía más tierna mi existencia de cartón piedra. 

Llegado el día, yo esperaba en mi vitrina hasta verles doblar aquella esquina, impaciente como una novia. Como una durmiente, disoñando con pedirles que huyamos a reescribir la historia. No eran pelanas de asir la ocasión, los caballeros que me ojeaban de frente y perfil. Que me arrancaran la etiqueta de cuajo, y con la presteza que da el negocio, olvidan el aliento del ayer y aprovechan la oportunidad del aquí y ahora: ayer ya no esta y mañana por llegar.

Como pude me dejé caer y me cargué el cristal y corrí, corrí hasta alcanzarles en un portal. Mi cuerpo tembló cuando me cogieron en brazos. Me sonreía la luna de marzo. Comenzó a llover y con osadía me portaban, a paso presuroso, un, dos, tres… un, dos, tres… no les importaba que les hablará del futuro, ellos guardaban silencio… ¡os lo juro!

En volandas me regresaron, entre aquellas tres paredes y un cristal, y el techo se reventó contra mi pecho pena tras pena. Por unos instantes hice mío el universo y escribí un pasado en prosa poética dentro del mapa de la pasión contenida.


Grotesca gratitud de una maniquí enamorada por los reflejos de quienes vienen a verme de mes en mes, de dos en dos y de seis a siete.


http://www.cancioneros.com/nc/1879/0/de-carton-piedra-joan-manuel-serrat

martes, 6 de octubre de 2015

en pocas palabras

Era capaz de poner el universo en movimiento apenas con dos palabras. “Cincuenta céntimos”. Estas dos palabras formaban la frase, repetida hasta la saciedad, preferida de Fernando, un jubilado con la voz quebrada, triste figura y luchando en su derrota. Para mí que coincidí con él, paradojas de la vida, por su aspecto y por sus historias, Fernando bien podría ser uno de los renglones torcidos de Dios. Era un muñequito roto con diferentes capacidades, por su degenerativa enfermedad ósea y su accidentada vida. Cadera descompensada que le obligaba a usar zapato con alza de 6 centímetros, un codo desarticulado en un accidente con un bordillo, boca torcida y mano derecha agarrotada eran algunas de las diferencias que, junto a su vida en soledad y la condena al ostracismo por parte de quienes le conocieron y familia, me hacían caer en eso de los renglones torcidos. ¡Cincuenta céntimos! ¡Cincuenta céntimos! ¡Cincuenta...! se lo escuchamos decir a Fernando de sus labios como metralleta. Con poco se conformaba, podrían pensar ustedes, y pocos podían ver lo que estas dos palabras escondían.

DEP

el engaño sobre la mesa

guiso de boniato con alubias blancas
Llego el mes de octubre, el cambio estacional irrumpe con descaro en nuestros días y nos carga de otra energía, más templada. Después de la música jubilosa y radiante del estío pasamos a la melodía suave y tibia del otoño que es más de invitarnos a quedarnos en casa (por el clima) y nos precarga, también para cerrar el año y promover uno nuevo. Como todas las estaciones tiene también sus frutos, es época de higos, uvas, grosellas, arándanos, moras, granadas…, deliciosos manjares que no sólo estimulan su consumo, sino que también nos ayudan a ponernos guapas de pies a cabeza, renuevan aquello que el sol y la aridez del verano han afectado: la piel.

Hay otras cuestiones, planes, negocios o caprichos y extravagancias que están ahí en barbecho, esperando que les demos forma, que les pongamos presupuesto, que se establezcan pautas para iniciarnos o retomarlos el próximo año, pues quizás sea esta la estación apropiada para ponernos en movimiento y hacernos con ellas.

Todo movimiento conlleva desgaste y la necesidad de leña para alimentar la cardera. Y de alimentarnos quiero manifestar que nos tienen engañados. Si atiendes a los consejos, vengan de los medios de comunicación que vengan, las dietas publicadas en toda revista que se precie o cadena televisiva y a las recomendaciones sobre nutrición, bien de la industria bien de la medicina, nos encontramos con que en todas ellas se refieren o hacen alusión a la proteína animal como necesaria para nuestra sana y equilibrada alimentación.

¡NOOOO! todo lo contrario. Como afirma en su libro sobre la nutrición el Dr. Campbell, la ingesta de la proteína animal es el principal factor para enfermar en los seres vivos. El cáncer, por citar una, según los estudios del Dr. Campbell y avalados y refutados por otras muchas conclusiones de diferentes investigaciones, durante los últimos treinta años, es determinante su consumo o no para que una persona tenga o no cáncer a lo largo de su vida.

¿A quiénes beneficia el consumo de proteína animal? A la industria alimentaria, las grandes empresas alimenticias y sus astronómicas cifras de ganancias.

¿A quién beneficia abandonar el consumo de proteína animal y sustituirlo por la vegetal? A nuestro cuerpo. Nuestra salud aumentará. Por tanto, dejaremos de estar enfermos, de consumir fármacos para reducir el colesterol o mantener la diabetes en niveles aceptables para sobrevivir.

Yo pienso que, la vida es un espectáculo al que debemos presentarnos con las mejores galas. Para ello, una alimentación baja en proteínas animales, equilibrada y placentera nos ataviará con inmaculados ropajes. Y Con esta energía, quiero haceros llegar mi sentirme feliz, como siempre y es bueno expresarlo, para que la energía del otoño y sus frutos se reflejen con luz en nuestro aspecto.

¡Come sano, come vegano!

¡Go Vegan! 

Si quieres conocer lo que dice el libro su título es “EL ESTUDIO DE CHINA, efectos asombrosos en la dieta, la pérdida de peso y la salud a largo plazo”. Dr. T. Colin Campbell y Dr. Thomas M. Campbell II

Una sola reseña a los elogios recibidos:

“Todos los que trabajamos en nutrición debemos estar agradecidos al Dr. Campbell, quien es una de las grandes eminencias en el tema. Este es uno de los libros más importantes que jamás se haya escrito sobre nutrición- leerlo puede salvarte la vida”. 
DR. DEAN ORNISH, Fundador y Presidente del Instituto de Investigación en Medicina Preventiva en Sausalito, California. Profesor Clínico de Medicina en la Universidad de California, San Francisco. Autor de Dr. Dean Ornish’s Program for Reversing Heart Disease y de Love & Survival 

sábado, 26 de septiembre de 2015

Dos vidas que convergen

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20 años después se cruzaron. Y no se reconocieron por su aspecto, sino por el olor del deseo pendiente. Se encontraron en el tren, ella estaba mareada y quizás no fuese por el paso concatenado de postes a través de la ventanilla, sino el echo, aun por desvelar, de su recién embarazo.


Eran muy muy jóvenes, mucho más de lo que son ahora, cuando sus almas, jardines en flor en un autocine, tomaron rumbos diferentes marcados por crónicas de guerra en portadas de todo el mundo.


Ella, hija de hilandera, ahora camarera experimentada de las cafeterías sobre raíles de toda España, aunque hoy en un giro descontrolado, dentro del reducido espacio del vagón cafetería, metió la mano en el café que tenia preparado para una clienta. Era evidente que no seria uno de sus mejores días, pensó.

Él, el más pequeño de la pandilla y el más listo, ha llegado a ser ejecutivo con una meteórica proyección al que se disputan las grandes empresas del sector hostelero. Se dirigía a una recepción con la monarquía en un acto sin mayor importancia que el boato y protocolo propios de estas lides que a él, personalmente, no le interesaban.

Físicamente habían cambiado y mucho. Ella a pesar de no tener domicilio estable, en una constante vida entre estaciones, hoteles y relaciones con billete de solo ida, se había convertido en una mujer de bandera. Generosa para los ojos de hombres y mujeres. Aventurera romántica y con una sonrisa que desbarata. Él pasó de ser un zagal de pueblo, escuálido, aunque de nervio y rayo, a un gentil joven apuesto trajeado y de modales refinados curtidos en los mejores colegios del país. Con tranquilidad en los ojos, su máxima era Insistir, Persistir, Resistir y nunca Desistir.

El -un café, por favor!
Ella -azúcar o sacarina?
El -azúcar, gracias! Nos conocemos? Le pregunto él
Ella -no sé señor, quizás nos cruzamos en otro tren. Respondió ella.
El -ya me acuerdo de ti, tú te llamas Laura y eres de Puerto Llano.
Ella -Sí, pero?
El -soy Diego, el hijo de Concha, fuimos más que vecinos. No me recuerdas?
A ella le dio una arcada, su corazón le salto y sus modales se disculparon.
-Dieguito cielo, las nauseas, debe de haberme sentado mal el desayuno. Estas estupendo, quiero decir, muy estupendo. Te he buscado todos estos años, por eso me enrolé en renfe y he comido pan de muchos hornos. Necesito decirte algo.
El -Ah? Pues hoy voy a Madrid y salvo un compromiso, eludible, del que voy a excusarme, tengo el resto de mi vida para escucharte. Te confieso que me dedique a la hostelería con la idea de viajar por todo el mundo y con la única intención de encontrarte. Yo también te estoy buscando.
Ella -no me lo puedo creer, dime porqué?
El -no, por favor! Dime tú eso que necesitas decirme.
Ella- te amo Diego y quería que tú hubieras sido el primero.
El -Laura, aquel día me manche el pantalón y por eso salí corriendo. Luego los aviones, las bombas... Y ahora estas aquí, y me he vuelto a manchar, pero no voy a salir corriendo.
Ella -pero yo sí, necesito ir al baño, voy a vomitar.