viernes, 26 de junio de 2015

Alientos en un mismo vaho

Las Médulas, León


“La vida es frágil pero el amor es para siempre”. Me decía ella con el corazón en sus pupilas. Esos últimos días, sobre mis brazos recamados, su cuerpo quiescente iba adquiriendo la crujiente naturaleza pálida con que se viste el cambio de estación. El alba había adelantado su hora y el ciclo de la vida irrumpía en mí como una incrustación de cólera. Yo quería retener el inabarcable sabor de sus labios y la delicada textura de su piel. No olvidar sus andares felinos ni su sonrisa esbozo carmín sobre su rostro papel de seda. Pero mis adentros se cimbreaban con una amalgama de perlas negras a través de mi melocotón herido. Y fue entonces que tuve la peregrina idea de grabar su voz para cuando emergiese la desolación en tardes de otoño. Acariciar mis oídos con la grabación de los miles de registros que ella era capaz de expresar ha salvado mi vida para desdicha mía. Para un naufrago en el gélido oscuro mar de la viudedad, el amor es para siempre pero la vida es frágil.

viernes, 29 de mayo de 2015

La pequeña Ella en la gran ciudad



La pequeña Ella es una niña de pecas de colores que vive en la gran ciudad de Nueva York. Ella tiene los mismos temores que cualquier niña y uno de ellos es el de una niña que empieza a ir al colegio por primera vez y teme que los despistes de su madre hagan que un día se olvide de ir a recogerla. Y esto es lo que le paso a nuestra pecas de colores. Un día su mamá no vino y Ella desde ese día vive en la calle. Pero es una niña de Brooklyn con un talento especial para meterse en líos y, antes de hornearlos, les hecha una pizca de magia.

Como es tan pequeña, cuando intenta pedir cupcakes en una pastelería, a veces pasa sin ser vista. Pero descubre que fijarse en las cosas pequeñas y hacer amigos inesperados, como pequeños animalitos de ciudad, puede contribuir a que sus sueños más maravillosos se hagan realidad.

Hacerse mayor es su deseo  y el que todos los niños tienen e imaginarse que ya lo son, forma parte del proceso de crecimiento.

Un día Ella se encuentra con un gatito y le pide que le cuente cómo llegó él a la calle. El gatito le narra que la vida de un gato no es siempre fácil. Un día es el rey de la casa y al día siguiente, de repente, todo cambia…. El quiere ser un héroe y se propone cazar un ratón pero nunca ha visto uno y ha preguntado a varios animales si ellos son ratones: peces, pájaros, elefantes, ratones, pero niegan serlo. Entonces se propone ayudar a otros. Pero parece que el mundo que le rodea se resiste a ser salvado, nadie necesita de sus super-poderes.

Ella le plantea seguir juntos y continúan sin separarse buscando entre los cubos.  Encuentran entre bolsas de ropa vieja y papel de periódicos un perrito de trapo que esta triste. Pero el perrito de trapo es un poco antipático y no le gusta hacer nada. A todo lo que le piden u ofrecen el perrito responde con un rotundo NO.

El descubrimiento de la palabra NO en los niños es clave para reafirmarse y crecer, piensa Ella. Pero cuando esta palabra es la única que se utiliza llega a ser agotadora.

A pesar de sus constantes negativas, Otto, que así se llama el perrito, decide hablar más allá del NO y les pide que se adentren con él en el mundo de Otto, “el mejor perro cartero de la ciudad”, para ayudarlo a buscar al destinatario de cada paquete y encontrar direcciones escondidas.

Las cosas no salen como lo han planeado pero al final siempre lo pasan bien. Participan en un concurso, juegan tenis, ruedan una película, toman fotos o aguantan, con constantes ataques de risa, a un primo maleducado de la familia de Otto.

Sin embargo, recuerdan una tarde bastante aburrida que entraron en un marchito y ajado jardín y encontraron una señora bastante desagradable y quejosa que odia a los niños y todos los seres pequeños como Edi, nuestro gatito, y Otto. Porque dice que no cumplen con las reglas, que viven sin obligaciones y no tienen educación. Además, añadió la gruñona, tienen limitaciones y son cobardes ante las verduras. De la señora Y, averiguaron que esta mujer era en realidad un ladrón que entraba de noche en casa de los niños y les roba los libros que los papás les leen por la noche a sus hijos.

En este sediento jardín encontraron a la que es probablemente la rata más desafortunada de las alcantarillas, mientras sus amigas se han ido a surfear a las Bahamas, ella tiene que quedarse con su tío el Capitán Ratas y su mano derecha la cucaracha Cuca. Aquella noche un pedazo de luna cayó al suelo y la rata no pudo resistirse y le dio un mordisco y luego otro. Todos se echaron las manos a la cabeza al ver la luna mordida y pensaron que le pasará a la luna ahora que ya no volverá a ser redonda.

Como una canción que se alarga y se repite Ella consigue reunir a muchos personajes encantados de la ciudad  y logra crear un hábitat invulnerable dentro de aquel jardín. Entonces ordena que un grupo de animales deba ir en busca del viento para que este, a su vez, traiga la lluvia al árido jardín. Pero el viento propone una competición: solo si hay algún animal más rápido que él, irá a la búsqueda. Los animales que viven en el jardín con su nombre y el de algunas flores, algunos frutos y verduras consiguen unidos y ayudados de la magia de Ella ganar la apuesta y el viento se pone en la búsqueda de Lluvia. Al no encontrarla, decide convencer a la mujer rezongona y dueña del jardín para que lo riegue y esta terminará recuperando la alegría cuando ve que puede ayudar a una niña pequeña más débil que las demás.

En este corto relato la fantasía, la ternura, la ingenuidad presiden estas historias de la ciudad donde el vivir de cada día, la ayuda mutua, los despistes, una tarde aburrida o una apuesta se convierten en materia de cuento.


jueves, 21 de mayo de 2015

déjame que te cuente


Déjame que te cuente que la vida no es negociable. Que en ella hay sombras por todas partes y muchas de ellas generadas por nosotras mismas. Que un día me gusta aislarme en mis adentros y al otro sueño con lanzarme a la vorágine del afuera. Que la duda no me permite casarme con ninguna, pero vivo apasionados amoríos con las dos.

Déjame que te cuente que el monarca de las sombras es un viaje entre mi tiempo y mi espacio, limitado por el plomo de la vidriera que yo misma me asigno. Y entre las vías, una refugiada que quiere recuperar su libertad de asentarse. Una niña que continúa haciéndose preguntas que empiezan con un “¿para qué?”.
Déjame que te cuente como de las ensoñaciones de un caballero de armadura oxidada me sugirieron de volar alto, de volar bajo, de liberarme, de soltar lastre, de trascender a mi cuerpo expresión y prisión de un anhelo salvaje.  Son mi faz con su yelmo y mis manos, alas enguantadas, barrotes que me aprisionan, pintados de negro sobre marfil oxidado.
Déjame que te cuente que desde aquí dentro oigo mis males y siento mi dolor y se me hiela el alma. Me busqué caminando por si me encontraba. No fue así y me sentí muerta como nunca lo había experimentado y regresé sobre mis pasos. Cansada, desconsolada y doliente, me quité la falsa corona del monarca y me rendí. 
Déjame que te cuente que veo con la mirada del águila que contempla desde la altura, puesta sobre el fuego, la gran caldera de mi alma. Bajo un fuego que alimento de mis personajes revestidos para el transitar de mi ego. Yo veo lo que mi mente traduce y me eriza el bello sobre mi sexo, navegante gobernante de andares inseguros, mientras avatares azules y maestros del agua me guían por el desierto para una cruzada contra tres gigantes: miedo, vacío e injusticia.
Déjame que te cuente sobre los miedos atávicos, inherentes de no saber estar conmigo misma. Sobre el vacío con un punto de lirismo y por momentos oscuro que armoniza con mis personajes con los que comparto su inconformismo. Y sobre la injusticia, al sol de las contradicciones, metáfora del péndulo entre el bien, el estar y el mal.
Déjame que te cuente que la felicidad consiste en estar en movimiento, en cometer errores, en bucear la vida, en habitar el presente como único punto donde hay luz para ver, con humildad, la verdadera realidad. Y que se da en el aliento, donde se cocinan las emociones. Déjame que te cuente que el truco se descubre al despejar lo que estas dispuesta a aceptar para poseer lo que nunca imaginaste. Y que lo más gratificante viene de la dulce mano de las relaciones con los seres vivos. Relaciones que nos cuentan historias de nosotras, que nos recitan las verdades y  ficciones reales como la vida misma. Que nos hacen reír y llorar, nos instruyen y aleccionan, nos inquietan, nos entretienen, pero que nunca nos dejan neutrales.
Déjame que te cuente que mi segunda vida comenzó cuando me di cuenta que solo tenía una.












solo nosotras y otros





Solo nosotras
Cuando las nubes adquieren ese color rojo al ser infundidas por los rayos del sol, el arrebol, algo tan increíble que no puedes expresarlo con palabras, solo nosotras sabemos estar distantemente juntas.


Infierno de Dante
Un joven a la sazón pizpireta y a priori de estética sospechosa, acabo truncándose  para no usurpar los talentos de su crápula hermano. Este, hombre de peluca amarillenta a la moda de hace 40 años. Él, joven, con la avidez de un náufrago, supo encontrar su momento, al abrirse sola la ventana por la gracia del viento que traía su guadaña.


Madurar
En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme, una inmadura y perezosa manzana se negaba a caer de la rama, pese a que hacía tiempo que el árbol se había desnudado.

                                        
                                         Imperativo
Abandonad al turista y recuperad al viajero. Dejad de repetir la lengua que se os impone, dejad de repetir el modelo. Quitad la jerarquía en la relación al cuerpo.
Chicos, salid del pene y explorad el resto del cuerpo, id más lejos.
Chicas, redescubrid vuestro cuerpo desde vosotras y vuestro genital, teniendo en cuenta todo la porquería que se ha echado sobre él, conocedlo y valoradlo.


miércoles, 29 de abril de 2015

quimera de amor

Me presente al certamen de microrrelatos IASA Ascensores y aunque no he sido seleccionado sí que estoy satisfecho de mi participación. El requisito indispensable era integrar en el microrrelato la expresión "elevamos sueños".

El texto se titula "Quimera de Amor" y reza así:


Calcar el devenir de mi amor sobre cuero macerado por el ayer no es el inicio de un ensueño cándido sino arrojarme a un paraíso de serpientes. No es una condenación lo que busco sino quemar con tinta el calor que me consume hasta la esencia del alma. Es la necesidad de retirar el capuchón al halcón y volar hacia la presa de saberme esposa, amiga y amante de todo lo vivo y de todo lo muerto que permanece tras generaciones en una búsqueda a trascender la perecedera rosa para encontrarme con el monarca de la frescura, el amor despojado de todo, al que el ruiseñor enamora su canto y al que todos elevamos sueños.


Arreguindadas

Un texto creado como experimentación en la creación literaria. Es un texto de dos autores: Pilar Racoy y yo mismo. Realizado por separado. Pilar redacto la segunda parte y yo la primera. Solo conocíamos en común la primera frase, la temática y los personajes. Las coincidencias son fruto de un par de wasaps que nos enviamos antes de embarcarnos en la tarea. Los cuatro primeros párrafos son los míos. 

Arreguindadas, al pretil de la azotea

Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de locura. Más no me veo a mí misma como un ser endiosado que sueña con un mundo inmodesto sino un suceso local que sueña con el cosmos de la sinfrontera y el fin de los limites impertinentes que me doblegan a la alienación neurótica. Una imagen de mí, cual salteador de caminos, que ha quemado la cosecha de mi vida.

Vanidosa presunción  de gentes de mente obnubilada incapaces de ver la verdad de lo que es y que pretenden ser poseedores de la pócima que me devuelva al equilibrio lejos de las cavernas oscuras y bodegas secretas de la psique que cabalga en un péndulo de polaridades.

Presa yo, de estas de oficio carceleras, en este hábitat de cuatro paredes acolchadas, rodeada de girasoles esclavos de su sol, incluso en días con cielos opacos. Donde  preconcibo que si en un ultimado arrebato de trascendencia me dejo “demensticar” para acabar con esta proyección anclada en estrellas ligadas a tierra, todo habrá acabado para mí. Entonces, regresará aquel al que no llaman loco, al que no quieren encerrar y habré renacido para este tiempo de goces inmediatos que me alejan de mi origen.

Ah, sí me reencontrara, cuando se revelen los recuerdos, con mi bien amada, sencilla y humilde hermana Adele, con su pisto rompiente de guiones, con su huevo cuajado, píldora subrealista para la transición desde la filosófica locura hasta la cordura que no se consume en la falaz ebriedad.

Ahora la química navegará por mi mente equilibrando lo que ellos consideran la realidad. No necesito sus inútiles conocimientos, no saben con la clara velocidad que me llega la agresión de todos y cuantos perturban mi atormentada existencia.

A la salida del centro le conmueve la inquietud de su hermana en un intento por mostrar tranquilidad, la que lo abraza sin palabras en una mirada. No hay preguntas, presión ni demostraciones innecesarias. Se aferra a su brazo, como suele, y en una propuesta cómplice le sugiere caminar juntos a casa. Lo que acepta, no sin inquietarse, el mundo desborda sus adentros.

Al llegar, Adele le da el espacio sabedora de necesitarlo, mostrándose con la  naturalidad que le proporciona el amor que le procesa, sin invadirlo. Manuel, recoloca los cojines que descansan en el confortable sillón expuesto al sol, mientras, sus tormentos tratan de hacerse paso de nuevo, vence la calidez adormeciéndolo, paralizando el cimbreante compas de sus ansiosas piernas sentadas.

Despierta, le incomoda no estar asolas, atrapa el entorno donde se encuentra… siente hogar. _“te he preparado un jugoso pisto con huevo cuajado, sé que te gusta”. Su mente le vuelve a hablar y en su cara se dibuja una amplia y tierna sonrisa, desde donde se abre con timidez, esa puerta que por día va pesando más y más entre tanto sufrimiento.


Toma la primera cucharada caliente entre el afecto de la compañía, lo que estimula el regusto de sus sentidos, donde se hace presente la tan olvidada paz de su existencia, al menos… un instante.

domingo, 5 de abril de 2015

Primavera por escrito


Me hace ilusión y me congoja, dos sensaciones muy marinadas en mis grafías de devenir por la vida, el presentarme al certamen literario de esta primavera. Desde muy pequeño mi amor por las palabras y como conjugarlas a capitaneado mi fantasía. No tengo referentes en la familia ni era yo infante entregado a la lectura y la escritura, era más bien una relación metafórica de una querencia prescrita -creo yo que por el Hacedor- maestra constructora y que me erizaba la piel al asir entre mis manos lápiz y papel. No obstante, con inmortal miedo a plasmar mis pensamientos por escrito y hacerlos tangibles, en ninguna estación pude darles vida fuera de mi mente, han ido quedándose a buenas noches mis bosquejos aspirantes a ser velas para los sueños, los propios y los de otras. Años de embriaguez y etapas de sobriedad, archivos con canas para desatar el nudo que maniataba mi pluma han sido necesarios y hoy me presto a meterme en la piel de escritores muertos no para usurpar sus obras ni imitar sus talentos con aportaciones mías altisonantes sino alentado por la necesidad de cincelar aquí lo que otras esperan del más allá. Unas líneas no para interpretar o vivir mi experiencia de ser autor de.., sino para transmitir la comprensión de mi mundo interior. Un constructo de mi servidumbre de ser apertura para que el Amor invernado que he vislumbrado, en el arte de lo posible, trascienda y permanezca vivo a pesar de los dientes del tiempo. Me urge escribir sobre lo oculto, lo ahumado por nocturnos adiestramientos registrados desde la noche de los tiempos, sobre el amor grabado con el buril de lo indeleble en las entrañas de mi ser y sujetar a estas hojas, cual alegoría de la caverna platónica,  una carta de amor eterno. Así, apoyado en la plumilla, ariete de mi despertar, expresar que la guadaña no nos cosecha sino que nos labra para una nueva siembra. Que no es como son las experiencias de amor sino que las experiencias de amor son. Que estas experiencias son una necesidad y la misma para todas las personas y que la sanación de la mente, el perdón, es también a cada paso trazar caminos al amor. 

a  mi cenicienta por su valor y su generocidad