lunes, 9 de julio de 2018

pandemia: soledad



Iglesia de San Antonio y plaza del mismo nombre, Cádiz

Tras la visualización de este magnífico vídeo "La plaga de la Soledad"  me surge esta reflexión: en mi opinión, pone en evidencia el peligro de enfermar de soledad al vivir en ciudades cosmopolitas 

La soledad es un mal endémico de nuestras sociedades vanguardias, progresadas. En general, el progreso, que nos trae las comodidades asociadas a vivir en ciudades del mal llamado primer mundo, viene acompañado de aislamiento para las personas. Nos venden la individualidad como bienestar y no es así. A más individualismo más soledad. Una soledad que no es buscada ni deseada y que causa enfermedades del alma, psíquica y física. En mi opinión, lo que este vídeo nos muestra es que la cura a la soledad viene de la mano de la vecindad, de recuperar la convivencia comunitaria, familiar y de amistades. De compartir espacios y tiempo. De entrar en contacto directo con la otra. De saciar la sed de piel y calmar la ausencia del uso de la palabra.

El denominador común de las relaciones, y que define a la especie humana, es el uso de la palabra hablada. Hablar con otras personas, mantener conversaciones más o menos amenas, da lo mismo, hablar con alguien que nos escuche, nos devuelva y nos confronte. Hablar para reír o para llorar, para no aburrirnos, para crecer, para aprender desde la opinión de otras. Hablar para desahogarnos y callarnos para permitir el desahogo de la otra. Sentarnos frente a frente, cara a cara, en la distancia corta. En ese territorio donde la palabra encuentra sentido, significado y significante. En definitiva, hablar con otras para curar la soledad es la medicina que nos sanará de este mal pandémico: la soledad asociada a la dinámica de vida “prosperada”.

gracias!


5 comentarios:

  1. Muy buenas tardes Juan Carlos, aprecio tu regreso al mundo de las reflexiones.

    En esta ocasión tus comentarios sobre la soledad tienen una vertiente que pudiera ser engañosa, la soledad y el silencio son en ocasiones la verdadera terapia para dejar al descubierto un absurdo de palabas y de compañías que precisamente nos tiene presos en los laberintos del diccionario y el ruido permanente de las muchedumbres vacias de sustancia.

    La transcendencia como fórmula que pueda solventar esta matrix que vivimos.

    Con un cafelito el tema se puede desarrollar hasta la hora de las papas aliñás.

    Un abrazo del Alma pareja.

    NAMASTE

    ARMANDO

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  2. Buen día Juan Carlos, siempre leo lo que expresas, este último sobre todo me ha llegado en lo más profundo, aclaré en su momento las expresiones que en las charlas y diálogos compartía,

    Esta es la verdadera conclusión.

    Bendiciones
    https://onedrive.live.com/Edit.aspx?resid=45747AE59972492F!17089&app=Word
    Asunción

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  3. ¿Vender cariño? ¿Vender caricias?...¿Gallinas como animales de compañía para paliar la soledad?... Muy triste y desolador.
    Está claro que hemos perdido el norte, y con él los valores que nos inculcaron de pequeños. Vivimos en una sociedad conde presumimos, entre otras cosas, de una tecnología avanzada que nos mantiene en permanente contacto con los demás...
    No nos engañemos. El verdadero contacto se produce en esa "comunicación universal" que se da con la mirada limpia, la sonrisa franca, el abrazo tierno y la compañía sincera e incondicional... Luego vendrán las palabras, las justas y necesarias, porque ya estaremos cubiertos y abrigados al amparo del cariño y la ternura. Y, si no muy lejos, al menos distanciados de la soledad...

    Un abrazo, "compi". Encantada de volver a leerte.

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    1. gracias Lozana por sumarte a los comentarios y muy acertadamente. Has introducido un termino que me encanta: la Ternura. Según Carlos Menéndez, "Ternura es la capacidad de ser importante para ti porque tú eres importante para mí". En soledad, en mi opinión a la luz de esta definición, carecemos de esta ternura que surge y solo se da en el encuentro.

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  4. Gracias a ti, siempre, por hacerme partícipe de tu esencia. Tema complejo como tantos otros que tocas..., como los sentimientos que albergamos en nuestro interior, como la propia naturaleza del ser humano...

    Un beso! Te lo envío junto a una hemorragia de TERNURA...

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