martes, 30 de diciembre de 2014

el faro en la costa

“Lo que puede amarse en el hombre”, nos dice Zaratustra, “es que él es una apertura”

Haz de luz del Faro de Cádiz
Para cerrar el año  yo quiero divagar sobre esta afirmación. En primer lugar, reafirmar que la voluntad de las personas por trascender, consciente o inconscientemente, es el camino de la vida que hemos venido a recorrer. Sin embargo, constantemente el ser humano se limita mostrándose como nihilista y hacedor de vida, esto,  a mi parecer, constriñe la voluntad y el compromiso de lo que realmente somos y menos cava la Vida.

Dejar de degradar la vida humana significa confrontarla con un referente superior y es la voluntad de este confronto lo que hemos de poner en acción para dar sentido a la vida. Es esta voluntad de trascender, creo yo, la virtud de la que nos hablaba Zaratustra y que es inherente a la persona. Somos nosotras mismas esa puerta y a la vez vehículo del que se vale la VIDA para superarse. Donde digo VIDA digo SER, el Yo esencial que quiere superarse, como nos dice Echebarria: “no es la vida humana la que hay que trascender sino el ser que somos en la vida el que se abre a la trascendencia”.

Digo yo, que somos Ser, somos Vida expresándose para superarse en el Amor. El Amor que es Todo necesita, entre otras formas, la vida humana para expresarse, experimentarse y superarse. El Amor en constante expansión.

Por eso, la persona que hace de su vida una constante de superación permanente enfocando su participación en procesos de amar en todas las urbanidades es el “superhombre” del que nos habla Nietzsche, “la cuerda tendida entre el animal y el superhombre”.

Estoy convencido de que somos una pieza en el puzle inacabado (para lo eterno) que se arma con las experiencias de cada una y en la suma de todas las personas. Una imagen velada para nuestros ojos y mentes humanas, pero en la que participamos, y ahí radica nuestro poder, del destino para moldear, en el arte de lo posible, la expansión del amor.

Hay, hoy en día y desde la noche de los tiempos, muchas “razones e inteligencias” mortales y efímeras que nos alejan de nuestra sustancial esencia con el fin de provocar sufrimiento al ser humano. Entender y Aceptar esto que somos y pretendo mostrar descansa en la comprensión de nuestra inocencia. No somos una u otra cara ni del bien ni del mal, ni luz o sombra, amor ni odio, hombre/mujer.

Soy consciente de que desprendernos de nosotras mismas para trascender se nos emula salto al vacío y  que volver a nacer en cada presente es como sumergirse en la nada y que ello requiere asegurar condiciones emocionales equilibradas y necesarias que reconozcan que en la dinámica de autotrascender caben tanto la ganancia como la pérdida,  la construcción y la destrucción y que todo ello decía son dos caras de la misma moneda.

Pues con esta conciencia, en vísperas de un nuevo año, invito a un constructo necesario de nuestro compromiso de ser Apertura para que el Amor trascienda permanentemente.


Pues quería enterarse de lo que entretanto había ocurrido con el hombre: si se había vuelto más grande o más pequeño. Y en una ocasión vio una fila de casas nuevas; entonces se maravilló y dijo: ¿Qué significan esas casas? ¡En verdad, ningún alma grande las ha colocado ahí como símbolo de sí misma!(…)Y Zaratustra se detuvo y reflexionó. Finalmente dijo turbado: «¡Todo se ha vuelto más pequeño! Por todas partes veo puertas más bajas: quien es de mi especie puede pasar todavía por ellas sin duda - ¡pero tiene que agacharse! Oh, cuándo regresaré a mi patria, donde ya no tengo que agacharme- ¡dónde ya no tengo que agacharme ante los pequeños!” 
Así habló Zaratustra.
(F. Nietzsche)

3 comentarios:

  1. Buenos dias Juan Carlos, es una maravilla despertarme y leer mientras me tomo el café un texto como el tuyo. Estoy totalmente de acuerdo contigo que el amor es el objetivo y la transcendencia de esta vida.
    Como dice Santandreu nuestro valor es en función de nuestra capacidad de amar y cooperar con los demás.
    Mis mejores deseos para ti y los tuyos en este 2015 que está a punto de llegar...
    Besos

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  2. Pues yo estoy como Esther, desayunando mientras leo... y estoy de acuerdo que el Amor es la forma de transcendencia pero estaba pensando en el arte y los artistas; las grandes obras de Arte están hechas por Amor, lo sepan los propios artistas o no, y ésta condición hace que sean sublimes y por ello Arte

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  3. Que fantástico el amor cuando se comparte, máxime en el desayuno. No me cabe duda que las palabras de Santandreu están llena de sabiduría y que el Arte en cualquiera de sus manifestaciones son expresión de amor.
    Mis queridas almas lectoras de esta osada "escritora", mezcladora de palabras, gracias por leerme y entrever mis razonamientos.
    besos!!

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