viernes, 16 de mayo de 2014

ante un diagnóstico de cáncer

Si bien es cierto que, con las capacidades, conocimientos y recursos de que dispone la medicina científica, hoy en día, el diagnóstico y pronóstico de cáncer es muy certero, aludiendo a lo meramente científico y basados en la estadística y experiencia en el entorno sanitario. Con lo que no cuenta la medicina científica es con el potencial de la persona que padece la enfermedad (que ellos si conocen y de la que ellos son doctos).

Ante un diagnóstico y pronóstico de cáncer cabe la posibilidad de actuar, no desde fuera del sistema sanitario, sino paralelamente y en asociación con este. La persona afectada puede hacer mucho y son incontables, incluso, las recuperaciones de la salud en casos desahuciados por la medicina por la implicación del paciente, no como mero ejecutor de un mandato médico y receptor de un tratamiento sino como protagonista de lo que le esta pasando. No estoy hablando de milagros venidos de la mano divina por el mero hecho de pedir a Dios, a la Energía Universal, a… de que llegue la cura. Estoy hablando del restablecimiento de la salud como resultado de la responsabilidad por parte de la persona de su enfermedad,  de su voluntad de vivir, de su capacidad de resiliencia, de su empoderamiento del ser, de -tomar las riendas de su situación-.

Las personas diagnosticadas de cáncer (o de cualquier otra patología) podemos hacer mucho más de lo que creemos y nos dicen los médicos (Sanidad, SNS). Solo necesitamos estar bien informados y formados. Sí quiero reparar una lavadora, necesito saber qué es y cómo funciona su maquina. Es igual para nuestro cuerpo. Necesito saber qué es el cáncer, porqué se ha hecho presente en mí y qué esta provocando en mi cuerpo, en mi vida. Yendo más allá del prospecto (concepto médico-científico).

El cáncer es una enfermedad y conlleva unas repercusiones bio-psico-sociales. Esto nos dice que cuando la persona enferma necesita restablecer su salud, ha de restablecer el equilibrio entre las tres dimensiones (biológica, emocional y social).

Por tanto, el tratamiento de la enfermedad, no puede ser entendido unidimensionalmente y reducido únicamente a la recuperación de un funcionamiento biológico correcto. Y, aquí entra en juego la persona enferma y su entorno, el cercano y el no tan cercano (la pareja, los padres, la familia, las amistades, la vecindad y la sociedad en su conjunto).

Es, a mi modo de ver, una imprudencia dejar solo en manos de otros lo que esta afectando a nuestro cuerpo, a nuestra vida. Para mí la enfermedad, mi enfermedad es algo mío y soy yo quien tiene que gestionarla. Sí, voy a necesitar de los profesionales, sin embargo no quiere decir que sean ellos los que hagan todo el trabajo. La mayor parte de la sanación esta en mis manos. Y, en gran medida, el compromiso de la persona con ella misma y en alianza con sus médicos, enfermeros y cuidadores es crucial para recuperar la salud total. Cambiar la mirada y verlo desde nuestro lado: no es la medicina quien nos cura sino nosotros que nos sanamos y para ello podemos recurrir a la medicina como herramienta.

En definitiva quiero llegar a que “Hay un compromiso ineludible con mi vida y es: yo cuidarla, haciéndome cargo de ella”. Al igual que el panadero, he de meter las manos en la masa y mancharmelas de harina.

Biografía:
-¡Dejad que los pacientes ayuden! “e-Patient Dave” deBronkart

Si necesitas conocer más sobre cáncer y saber que dicen otras personas, pacientes o profesionales sobre ello puedes consultar las siguientes web:

Asociación Española Contra el Cáncer https://www.aecc.es/Paginas/PaginaPrincipal.aspx
Instituto Nacional del Cáncer http://www.cancer.gov/espanol 




2 comentarios:

  1. Estoy muy de acuerdo contigo Juan Carlos. El cuerpo sintomatiza a veces dolencias y enfermedades de origen emocional, mental, etc. y, si bien -como dices- es muy útil recurrir a la ayuda de los y las profesionales de la medicina, no debemos ampararnos exclusivamente en ell@s, acercándonos a la enfermedad, sea cual sea, de manera holística, siendo conscientes de que somos un todo y de que nuestra salud es, antes que de ninguna otra persona, responsabilidad nuestra. Un abrazo muy fuerte... desde México :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Elvira, por estar atenta a la lectura de mis reflexiones y por opinar.
      Es así, pienso que la enfermedad tiene, también un origen emocional y defiendo la sanación atendiendo el cuerpo como parte de un todo, de nuestro ser, desde todos los aspectos que nos definen: somos seres sociales, somos energía, somos espiritualidad, somos biología, somos parte de un ser colectivo, somos humanos, somos psique, somos mente errónea y somos vehículo que experimenta el amor rodando por la vida en aquellas carreteras que nos indica una ruta previamente diseñada y aún así, optativa.
      Mucho por compartir sobre este tema. Será y se dará...
      gracias!!

      Eliminar