martes, 21 de diciembre de 2010

lo sugerente de ser feliz


Ser feliz nos provoca, verdad, muchas emociones.

Ser feliz es un sentimiento muy fuerte de alegría, pero  ¿si me suscita emociones o es elevada por estas? también podría un sentimiento muy fuerte de tristeza generarme felicidad. Ser feliz bien podría ser un sentimiento elevado de placer y, a la vez de dolor.

Con esto quiero llegar a qué ser feliz no es estar en un estado eufórico constante de alegría, ser feliz, para mí, es más estar en constante conexión con nuestras emociones, positivas o negativas, eso es lo de menos. Sentir lo que en cada momento nos acontece con el suficiente sosiego de la mente, quietud de los nervios y armonía del alma.

Resulta atrayente ser feliz. Para la mayoría de las personas ser feliz es una meta, al menos eso nos dicen desde pequeño: estudia mucho para ser feliz de mayor… Resulta atractivo eso de ser feliz. Acabaré mi carrera, me casaré, tendré hijos y seré feliz.

Lo que no nos dicen es que aprender, en sí mismo, nos hace feliz.

Lo que no nos dicen es que el hecho de casarnos no es alcanzar la felicidad. La felicidad nos la da las emociones que vivíamos junto a la persona con la que estamos compartiendo, en cada momento: los momentos alegres y los momentos tristes y en los momentos de soledad compartida y tantos otros momentos cotidianos entre dos personas que se aman.

Lo que no nos dicen es que tener hijos nos hace felices en la medida en que vamos mostrándoles como vivir: la primera palabra balbuceada, los primeros pasitos, quitarles las ruedas de apoyo laterales de la bicicleta… lo que nos hace felices de tener hijos es verles emocionarse con los pequeños gestos de la vida.

La búsqueda de la felicidad (mal entendida) como una meta, digo yo, es una excusa para no vivir las emociones de tristeza o de dolor, para no enfrentar los miedos ni expresar la ira.

Cuando afloren los sentimientos dejémosles expresarse. Es como dejar acabar la vibración de la campana cuando suena. Y sabremos que somos felices en la medida que el sosiego, la quietud y la armonía emerjan de nuestro ser impregnando nuestra vida y el entorno que la rodea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario