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guiso de boniato con alubias blancas |
Llego el
mes de octubre, el cambio estacional irrumpe con descaro en
nuestros días y nos carga de otra energía, más templada. Después de la música jubilosa
y radiante del estío pasamos a la melodía suave y tibia del otoño que es más de
invitarnos a quedarnos en casa (por el clima) y nos precarga, también para
cerrar el año y promover uno nuevo. Como todas las estaciones tiene también sus
frutos, es época de higos, uvas, grosellas, arándanos, moras, granadas…,
deliciosos manjares que no sólo estimulan su consumo, sino que también nos
ayudan a ponernos guapas de pies a cabeza, renuevan aquello que el sol y la
aridez del verano han afectado: la piel.
Hay otras cuestiones, planes,
negocios o caprichos y extravagancias que están ahí en barbecho, esperando que
les demos forma, que les pongamos presupuesto, que se establezcan pautas para
iniciarnos o retomarlos el próximo año, pues quizás sea esta la estación
apropiada para ponernos en movimiento y hacernos con ellas.
Todo movimiento conlleva desgaste
y la necesidad de leña para alimentar la cardera. Y de alimentarnos quiero manifestar
que nos tienen engañados. Si atiendes a los consejos, vengan de los medios de comunicación que vengan, las dietas publicadas en toda revista que se precie o cadena televisiva y a las
recomendaciones sobre nutrición, bien de la industria bien de la medicina, nos
encontramos con que en todas ellas se refieren o hacen alusión a la proteína animal
como necesaria para nuestra sana y equilibrada alimentación.
¡NOOOO! todo lo contrario. Como
afirma en su libro sobre la nutrición el Dr. Campbell, la ingesta de la proteína
animal es el principal factor para enfermar en los seres vivos. El cáncer, por
citar una, según los estudios del Dr. Campbell y avalados y refutados por otras
muchas conclusiones de diferentes investigaciones, durante los últimos treinta
años, es determinante su consumo o no para que una persona tenga o no cáncer a
lo largo de su vida.
¿A quiénes beneficia el consumo
de proteína animal? A la industria alimentaria, las grandes empresas
alimenticias y sus astronómicas cifras de ganancias.
¿A quién beneficia abandonar el
consumo de proteína animal y sustituirlo por la vegetal? A nuestro cuerpo.
Nuestra salud aumentará. Por tanto, dejaremos de estar enfermos, de consumir fármacos
para reducir el colesterol o mantener la diabetes en niveles aceptables para sobrevivir.
Yo pienso que, la vida es un espectáculo
al que debemos presentarnos con las mejores galas. Para ello, una alimentación
baja en proteínas animales, equilibrada y placentera nos ataviará con inmaculados
ropajes. Y Con esta energía, quiero haceros llegar mi sentirme feliz, como
siempre y es bueno expresarlo, para que la energía del otoño y sus frutos se
reflejen con luz en nuestro aspecto.
Si quieres conocer lo que dice el libro su título es “EL
ESTUDIO DE CHINA, efectos asombrosos en la dieta, la pérdida de peso y la salud
a largo plazo”. Dr. T. Colin Campbell y Dr. Thomas M. Campbell II
Una sola reseña a los elogios recibidos:
DR. DEAN ORNISH, Fundador y Presidente del Instituto de Investigación en Medicina Preventiva en Sausalito, California. Profesor Clínico de Medicina en la Universidad de California, San Francisco. Autor de Dr. Dean Ornish’s Program for Reversing Heart Disease y de Love & Survival
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