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pedal desconectado ©jccanto |
Yo pienso que, a todas nos cautiva y
embelesa que otras personas descubran y contemplen el arte allí donde nosotras
lo percibimos. Quizás no sean los términos “cautivar y embelesar” los más
apropiado en todos los casos, pero sí que nos da un pellizco al orgullo y el
ego se eleva. Sin embargo, cada cual, con su vivencia memorizada, interpreta y
da una lectura a lo que es arte y lo que no lo es.
Yo podría, acaso, haber recibido una mala o
buena educación respecto del concepto arte y no entenderlo o sí. Por lo tanto,
que no me digan, como una verdad absoluta, que el arte se educa, se aprende en
el seno de la familia o en la escuela o que viene en los genes. Hoy en día, el
arte, el del siglo XXI, es fruto del libre albedrío, fuera de los cánones
establecidos, de definir como arte aquello que estamos percibiendo por los sentidos. Entonces ocurre
que lo que para unas es arte, para otras, incluso si me apuran, es un surtidor
de agua hirviendo. Incluso en el imaginario colectivo ya no sólo que no es arte
sino que el arte, constatable en los archivos, hemerotecas o museos es muy
distinto.
El arte es, puedo decir yo, subjetivo. Nosotras
influenciadas por nuestros deseos, intereses, sentimientos, modos de pensar,
cultura, creencias… estaremos en poder de crear y/o admirar el arte, desde
nuestra visión del universo. Eso no nos lo puede negar nadie. Ni nos podrán
convencer de lo opuesto. Y creo que lo que no nos gusta como arte, es que sea
contrario a nuestro arte. Entonces, aceptar esto significa admitir, sin
irritación, que el arte tiene tantas fisonomías como juicios lo crean.
Por último, quiero analizar, fugazmente,
la experiencia del arte constitutiva del conjunto de los seres humanos. En
primer lugar, la experiencia del arte no es originaría¹ y tiene mucho que ver con la necesidad
conjugada en primera persona. En segundo lugar, el arte no es reductible a la
religión, ni al derecho ni a la teocracia, quién nos pide cuenta del arte es
la necesidad de trascender. De ello, la persona artista es aquella que busca la
mejor manera de dar respuesta a la trascendencia. Y, ¿de quién? –a ella misma y
a los otros seres humanos (el arte que es público). Me surgen aquí dos
dimensiones externas: una es la de responder ante otros/as; la otra, las consecuencias
individuales de transgredir.
"La pureza y sencillez del arte rara
vez es pura y nunca es sencilla." Autor desconocido
¹una experiencia originaría no deriva de otra, como por ej: el parto, los colores del arcoíris, enamorarse,… o se tiene o no se tiene.
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